martes, 25 de febrero de 2020

CROSS-SKATING


Cuando amanece, nos desperezamos como gatos. Recogemos pronto el campamento. 
La hierba queda aplastada al levantar la tienda. Only.  Nadie sospecharía que alguien ha pasado allí la noche. 
Siempre nos llevamos todo a las papeleras. Cualquier papel, cualquier envoltorio que halla quedado de la cena. Cualquier cosa que no nos sea de utilidad. Y, cómo no, las botellas de plástico. 

En Alemania, por las botellas PET cobran apróx. unos 25 cts. de € de más que, te devuelven al retornar el envase a unas máquinas: las pfandrückgabe,  dispuestas en las zonas de reciclaje de  los supermercados. 


Observamos  el cielo intentando acertar con la meteorología para el día. Opinamos sobre la temperatura. Contemplamos el medio, escudriñándolo bien. Ajustamos los patines, Acomodamos la mochila a la espalda. No hay mínimo de kilómetros. Ni máximo de distancia por recorrer.  Comenzamos despacio, calentando.  Nos dejamos llevar por la pista que va paralela a la calzada. 


Vamos cubriendo distancias, aumentando la velocidad. Depurando la técnica. 
 Nos gusta mirar el mapa cada día para ver los caminos que hemos tomado.



Sin fiambrera ni infiernillo. 
Con tiempo para una pausa. Un té.
Fruta fresca. 
Amabilidad.








Al bajar de los patines, la sensación es extraña pero agradable. Como pisar algodón.  Cubrimos una buena distancia. Los brazos también se trabajan mucho, se tonifican .
Son horas de patinaje. 


La tienda de campaña es el lugar más acogedor del mundo cuando llega la noche.
La tienda la llevamos a medias. Las varillas y piquetas  junto con el doble techo conforman un pack. El suelo y la estructura, la otra mitad.
A medias todo se lleva mejor, incluso el frío.  A las tres y media o  cuatro de la madrugada, se aprecia la bajada de temperatura en la nariz y las orejas, sobretodo. :)


domingo, 23 de febrero de 2020

FLAEMING-SKATE

El paraíso para patinar.  Flaeming- Skate es una increíble red de pistas con  una extensión total  de 230 kilómetros por las que circular. Diseñada especialmente para patinaje. El asfalto es fino.


Se patina, allí, sin mayor atención que la de no crear disrupción  cuando de pronto te cruzas con un gran grupo que está coordinado cual bandada de gansos en formación. Los grupos con que nos fuimos encontrando,  también hicieron lo propio, disfrutando, siempre el encuentro. Recuerdo, además, que,  con motivadores saludos.


En ocasiones, íbamos como en estado de trance, a una buena velocidad. Otras veces, charlando, patinando más despacio, a la par. Por momentos a todo lo que da la máquina , experimentando. También al ritmo normal.





Los trazados discurren por zonas rurales . Hay puntos dónde las pistas se bifurcan con salidas a  villas o ciudades con algún rincón de interés para visitantes .


Este es todo nuestro equipaje, nuestro material. En esta aventura, prescindimos, incluso de los sacos de dormir y esterillas. 
Eso  es todo lo que portábamos Nacho y yo. Una mochila cada uno con lo estrictamente necesario además de nuestros particulares equipos de transporte: patines nórdicos y bastones.


Horas de patinaje. Hasta que la tarde se va desdibujando en el horizonte.
Es entonces cuando buscamos un lugar aparente dónde cenar y pasar una noche tranquila. Contamos siempre, claro,  con las visitas de los animales nocturnos. 


Comer algo y descansar. Hablar y, dormir.



Esta tienda se monta en un momento. En las zonas verdes siempre pasa bastante desapercibida. Esa noche no había iluminación por la zona. Es lugar de caminos de paso para agricultores y paseantes que aman la naturaleza.

De madrugada se apreció bastante la bajada de temperatura. 




Última entrada publicada

SKIKE V7 PLUS RACE X DOS